y los discípulos los reprendieron.
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque
de los que son como éstos es el reino de los cielos.
Y después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí”
Mateo 19:13-15 (La Biblia de las Américas)
Yo digo mucho en mis escritos y enseñanzas en el ministerio juvenil que, “Dios está en los
negocios de usar jóvenes para hacer cosas increíbles”. Dios usa a la juventud para hacer
progresar su reino en una base regular. Hay muchas historias en la Biblia que respaldan esto
desde, David, Josías, Ester, así como a Jeremías. Yo creo que Dios ve a los jóvenes a través
de diferentes ojos que la mayoría de los adultos.
Ahora cuando hablo acerca de los jóvenes cristianos de esta forma, realmente lo creo en mi
corazón (y la mayoría de las personas con las que comparto este mensaje están de acuerdo),
pero de vez en cuando tú lograrás la oportunidad de ver las palabras en acción. Quiero
compartir una historia de mis propias experiencias hablando a los jóvenes, que me
permitieron ver la realidad de cómo Dios usa a la juventud para hacer progresar su reino aquí
y ahora.
Hace alrededor de cuatro años tuve la oportunidad de hablar a un grupo de jóvenes en un
campamento en Arizona. Es difícil para mí, olvidar que participé en este evento porque comí
tacos de pescado por primera vez en mi vida y entonces subí a una Van para subir las
montañas para llegar al sitio del campamento. Durante estas dos horas de viaje me mareé
mucho. ¡No es necesario decir que esos tacos no estuvieron conmigo mucho tiempo! Aún
más tarde esa noche, cuando era mi turno para hablar, estaba sintiéndome muy mal. Todavía
no sé como fui capaz de hablar esa noche. La noche siguiente me sentí un poco mejor y lo
que pasó después todavía está clavado en mi corazón desde la experiencia en ese
campamento.
Cuando hice el llamado al altar esa noche para que los jóvenes aceptaran a Cristo o volvieran
a comprometer sus vidas, una chica llamada Crystal vino hacia adelante. Yo oré por ella y
entonces me moví para orar por otros jóvenes. Conforme yo iba orando por otros jóvenes que
habían venido adelante, Crystal seguía en el altar orando, cantando y riendo fuerte. Había
consejeros adultos y líderes que estaban mirando, intentando entender qué estaba pasando
con ella. Después de que terminé con el llamado al altar e hice la oración final, ella todavía
seguía en el altar. Lo siguiente que supe, ella me miró y dijo, “Ahora sé lo que realmente se
supone que debo hacer con mi vida. Ella comenzó a caminar entre los otros jóvenes y a orar
por ellos. Aquellos por los que ella oró comenzaron a llorar, cantar y algunos sólo se
arrodillaron y levantaron sus manos a Dios. Fue entonces que uno de los líderes adultos
anunció por el micrófono que el servicio de la noche había terminado oficialmente y era
tiempo de prepararse para lo que seguía. Él dio instrucciones a los jóvenes de salir al campo
para prepararse para algunos rompehielos y otros eventos.
Cuando la gente comenzó a salir Crystal estaba todavía orando por un grupo de jóvenes. Ellos
estaban cantando, orando y levantando sus manos a Dios. Yo puedo decir que algunos de los
líderes adultos ahora estaban molestos porque Crystal no estaba siendo obediente a las
órdenes que acababan de darse. Uno de los líderes adultos vino hacia Crystal y los otros y les
dijo que pararan y se prepararan para los rompehielos.
Después de esa noche, yo decidí ir a la cafetería y conseguir algo de chocolate caliente y
algunas galletas. Mientras estaba parado en la línea para las galletas, noté una mesa de
jóvenes con sus Biblias abiertas y sus cabezas agachadas en oración, caminé para ver mejor
lo que estaba pasando. Allí estaba Crystal sentada ministrando a sus amigos. Entonces fue
cuando comencé a sentirme mal. Me sentí mal porque me di cuenta hasta entonces que los
otros líderes y yo habíamos estado en el camino de Dios usando a jóvenes para promover su
reino. Aunque yo di la charla ese fin de semana, no había hecho un buen trabajo andando el
camino.
Ningún líder adulto afirmó a mi conocimiento esa noche, lo que Dios estaba haciendo a
través de Crystal. Ninguno se paró a su lado para ayudarla a entender el hecho de que sus
dones espirituales estaban siendo desarrollados ese fin de semana. Cuando los niños vinieron
a Jesús y Él los ungió, los discípulos estaban en el camino de la bendición. Los discípulos que
caminaron con Él de hecho se convirtieron en un obstáculo para que los niños llegaran a Él.
Debemos ser cuidadosos para no cometer este error en nuestro ministerio juvenil. A medida
que algunos sean llamados a ministrar a los jóvenes y guiarlos a Jesús, debemos ser
cuidadosos para no ser atrapados en ser como el líder juvenil, que de hecho se convierte en un
obstáculo para que los jóvenes se levanten cerca y de forma personal con el Salvador.
Estoy convencido de eso, ese fin de semana en Arizona, Dios tenía un plan y los adultos
llegaron al camino de ese plan con sus propios planes. Dios quería usar a Crystal y a otros
chicos para ministrar en una forma poderosa a sus compañeros. Crystal había sido ungida por
Jesús para un propósito especial ese fin de semana, pero los adultos tenían planes también.
Esto puede ser duro de oír y es duro para mí escribirlo, pero la verdad es que los ministros de
jóvenes deben ser cuidadosos de que los buenos planes no se conviertan en obstáculos para
los planes de Dios. Debemos estar listos para que Dios cambie los planes en cualquier
momento. Debemos estar listos para que Dios haga algo fuera de lo ordinario. Si nosotros
realmente somos capaces de captar esto a través del Espíritu Santo, ¡hallaremos que esto
fuera del ordinario plan de Dios que frustra nuestros planes es de hecho una respuesta a
nuestras oraciones!
“Dios, ayúdame a estar listo en cualquier momento para tus planes”.
Yo creo que Dios está en el negocio de usar a jóvenes para hacer cosas increíbles para que Él
reciba gloria y su reino se propague. Ahora también me doy cuenta de que experimentar esto
como realidad ¡es más de lo que esperaba
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